Cuando pensamos en un viaje por Europa los destinos que más emocionan conocer son los típicos: Francia, España, Inglaterra o Italia, pero este continente tiene múltiples lugares que no son tan concurridos, pero que esconden una belleza majestuosa digna de explorar, ese es el caso de Portugal.
Sus impresionantes monasterios y recintos históricos de arquitectura mudéjar, sus calles empedradas con dulcerías antiguas, así como vinícolas prestigiosas, playas relajantes y castillos en medio de la naturaleza, hacen a este país un destino imprescindible en la lista de cualquier viajero que busque cultura, historia, gastronomía, así como personas locales amigables dispuestas siempre a brindar ayuda a los turistas despistados.
Oporto, una parada obligada en Europa
Esta ciudad tiene una vibra bohemia y nostálgica que vale la pena recorrer para perderte por sus calles empedradas, así como disfrutar de alguno de los vinos tradicionales de la región en la Ribeira, una de las zonas más hermosas de la ciudad que está llena de restaurantes y bares con vistas al río Duero. Aquí también puedes encontrar la Praça da Ribeira que está rodeada de townhouses coloridas del siglo XVIII, dignas de una postal inolvidable.
Aunque las caminatas son intensas, Oporto merece ser descubierta caminando, ya que puedes encontrarte con tesoros imperdibles como la Capilla de las Almas, un edificio de arquitectura neoclásica que está tapizado de los característicos azulejos de Portugal.
Livraria Lello, para fans de Harry Potter
Oporto tiene una de las librerías más hermosas de todo el mundo: Livraria Lello, un edificio de estilo neogótico que se ha convertido en uno de los más visitados por los fanáticos de Harry Potter, los cuales visitan el centro histórico de esta ciudad para tomarse una foto en las famosas escaleras del lugar.
A pesar de que no hay nada confirmado, se dice que J.K Rowling se inspiró en esta librería para describir Flourish and Blotts cuando vivió una temporada en Oporto. Es por eso que se venden ediciones especiales de esta saga en idiomas como portugués, inglés, español o francés.
La Livraria Lello también es una parada obligada para los amantes del arte y la literatura, ya que podrán encontrar novelas clásicas, novedades, así como ediciones únicas de autores reconocidos en múltiples idiomas, tal es el caso de José Saramago.
Hay que considerar que precio del boleto para entrar y tomar fotos es de 5 euros y lo ideal es comprarlo en su sitio web, ya que en taquilla venden un número limitado de entradas.
Lisboa, la ciudad antigua más bonita
Después de pasar algunos días en Oporto, se puede tomar un tren hacia Lisboa, otra de las ciudades mágicas de este destino que te envuelve con su arquitectura, sus deliciosos pasteles de Belém, así como miradores impresionantes y construcciones medievales que se juntan con el mar para brindarte vistas espectaculares.
El barrio de Belém es uno de los más concurridos ya que aquí se encuentra el Monasterio de los Jerónimos, un sitio que maravilla con su impactante arquitectura de estilo gótico manuelino portugués.
Otro imperdible es la Torre de Belem, un edificio que fue construido entre los años 1515 y 1521 por el arquitecto militar Francisco de Arruda con el fin de que fuera la puerta de entrada a la ciudad. Esta edificación que tiene influencia de arte morisco es una de las principales atracciones, ya que puedes sentarte a admirarla mientras disfrutas de un picnic y contemplas el río.
Además puedes caminar por todo el muelle y disfrutar de las múltiples opciones de lugares que ofrecen vino portugués para contemplar la majestuosidad del lugar.
A solo unos minutos de ahí fue construido al margen del río Tajo, el Monumento a los Descubrimientos para conmemorar los 500 años de la muerte de Enrique el Navegante. Sin duda, otro imperdible de la ciudad.
Para cerrar con el recorrido por esta zona de la ciudad, no puede faltar una visita a Pastéis de Belém, una pastelería que data de 1837 en donde se preparan uno de los dulces más famosos de Portugal: los pasteles de Belém, un postre horneado con una textura de hojaldre crujiente por fuera y suave por dentro. El principal ingrediente de esta preparación es la nata.
Mirador de Santa Lucía
Lisboa tiene múltiples miradores y uno de los más bellos es el de Santa Lucía ubicado en el barrio de Alfama. Para llegar aquí puedes abordar un clásico tranvía amarillo de la ruta 12 desde la Plaza Martim Moniz que te lleva hasta este lugar mientras recorres sus pintorescas calles empedradas.
Ya en el lugar, su arquitectura que está cubierta de bugambilia y azulejos típicos, lo convierten en el lugar perfecto para una postal de Instagram. Te recomendamos sentarte en alguno de los restaurantes cercanos a este mirador y disfrutar platillos típicos de Lisboa como el bacalao, las sardinas o los tradicionales cortes de carne.
Sintra, un tesoro para explorar
A solo 50 minutos en auto o tren saliendo desde Lisboa se encuentra Sintra, un destino impresionante al que debes dedicarle al menos dos días. Al llegar al sitio, existe una red de autobuses que te mueve por toda la ciudad al comprar una tarjeta por día con viajes ilimitados.
El encanto de este destino es inigualable, ya que alberga aldeas de colores pastel que te hacen sentir en un paraíso antiguo, así como palacios con arquitectura de estilo morisco y manuelino de belleza impactante.
Entre sus imperdibles está el Palacio Nacional da Pena que data del siglo XIX y es conocido por su extravagante diseño con entradas en las que destacan gárgolas, así como vistas panorámicas impresionantes.
Otro imperdible es Quinta da Regaleira, en donde encontrarás misteriosos pasajes secretos, escaleras oscuras, así como un palacio. También debes visitar el Palacio de Monserrate, un ejemplo de la arquitectura romántica portuguesa. Su belleza es espectacular y tiene un jardín botánico con plantas de todas partes del mundo.
Con todas estas atracciones, así como playas del Atlántico para disfrutar de los días soleados, Portugal se convierte en una parada obligada si estás pensando hacer un eurotrip.