En una era en la que buscamos experiencias transformadoras y una reconexión auténtica con la naturaleza, el astroturismo —también llamado nocturismo— emerge como una tendencia que invita a entender el entorno natural como lo hacían nuestros ancestros: siguiendo el pulso del cielo nocturno, respetando los ritmos circadianos y permitiendo que la fauna, tanto migratoria como endémica, recupere un hábitat nocturno libre de contaminación lumínica.
En este contexto, Québec se ha consolidado como un verdadero hot spot del astroturismo mundial. Desde reservas celestes certificadas hasta cráteres de meteorito transformados en observatorios, esta provincia canadiense ofrece experiencias que conectan al visitante con el universo, desde las raíces del bosque hasta las galaxias más lejanas.
Experiencias de astroturismo en Quebec
Mont-Mégantic: el origen de los cielos oscuros
A menos de tres horas de Montréal, el Parque Nacional del Mont-Mégantic ostenta un título tan poético como prestigioso: la primera Reserva Internacional de Cielo Oscuro del mundo.
Aquí, las noches son profundamente negras y las estrellas, infinitamente brillantes. Su famoso observatorio y el centro interactivo ASTROLab permiten no solo observar constelaciones y nebulosas, sino también comprender cómo la astronomía nos conecta con la ciencia, el arte y la historia.
La baja contaminación lumínica en las regiones de Granit, Haut-Saint-François y Sherbrooke convierte a este parque en un santuario nocturno, tanto para humanos como para la biodiversidad que encuentra refugio en la oscuridad natural.

FOTO: Parque Nacional del Mont-Mégantic.
Mont-Tremblant: el lujo de la noche estrellada
Convertido en agosto de 2023 en el tercer Parque Internacional de Cielo Oscuro de Canadá, el Parque Nacional de Mont-Tremblant es otro ícono del nocturismo en Québec.
A tan solo dos horas de Montréal, sus paisajes boscosos y lagos serenos se transforman, al caer el sol, en una bóveda celeste de miles de estrellas. Es posible incluso avistar la galaxia de Andrómeda, visible a simple vista. Todo, en un entorno natural de belleza sobrecogedora que se protege con un compromiso firme por preservar el cielo como patrimonio compartido.

FOTO: Parque Nacional de Mont-Tremblant.
Charlevoix: entre estrellas y cráteres
¿Sabías que un meteorito transformó Charlevoix hace millones de años? Hoy, ese antiguo impacto cósmico es el corazón del Observatorio Astronómico y del Astroblema de Charlevoix, donde ciencia, historia y turismo se encuentran.
A menos de dos horas de la ciudad de Québec, los visitantes pueden explorar este cráter único y participar en sesiones guiadas de astrofotografía y observación telescópica.

FOTO: Charlevoix.
Vacances Essipit: bioluminiscencia y ballenas al anochecer
Al norte de la ciudad de Québec, una experiencia completamente distinta espera a los amantes de lo inusual. A partir del 21 de junio, la excursión nocturna de Vacances Essipit ofrecerá un recorrido en kayak doble por aguas tranquilas, donde la bioluminiscencia baila bajo la embarcación y los cantos de los mamíferos marinos se escuchan gracias a hidrófonos especializados. Esta actividad de tres horas combina tecnología, guía profesional y la magia natural del río para regalar una noche sencillamente inolvidable.

El ojo azul de la tundra
En la tundra canadiense, donde el silencio se vuelve paisaje, un cráter formado hace 1.4 millones de años alberga un lago circular de cristal absoluto.
Rodeado por paisajes que parecen traídos de otro planeta, este remoto rincón de Québec ofrece mucho más que tranquilidad. Con guías inuit, puedes acampar, remar, andar en fatbike o simplemente esperar la noche para intentar ver el espectáculo supremo del cielo: las auroras boreales, danzando sobre un entorno lunar.
