Valle de Guadalupe es un destino que atrae a los amantes de su clima desértico, la tranquilidad de sus alrededores, así como de su enriquecedora historia como región vinícola. Para quienes combinan el placer de degustar una copa de vino con la majestuosidad del descanso, estos hoteles en Baja California son perfectos para hospedarse durante las vendimias.
Cabe destacar que el Comité Provino de Baja California ya anunció las fechas de las Fiestas de la Vendimia 2024 que se llevarán a cabo del 31 de julio al 18 de agosto del 2024, por eso aún es buen momento para reservar tus hospedajes.
El cielo Resort
El cielo Resort es el lugar perfecto para un descanso revitalizante gracias a su sofisticada y acogedora atmósfera toscana-californiana. Sus 95 suites dividen el espacio de sus lujosas villas en habitaciones que se adaptan a las necesidades de los visitantes.
Conecta con el bienestar sus suites Junior, Double, Master, o si deseas mayor espacio y privacidad, alquila una Villa Presidencial para ti y tus acompañantes. Para una degustación local de etiquetas de vino, así como jugosos cortes de carne y demás platilos que fusionan la cocina Yucateca con la de Baja California, visita su restaurante Latitud 32.
Maglén
Se trata de un refugio perfecto para descansar rodeado de la belleza desértica de la región. Ideal para vacacionar en familia, Maglén es un resort con todo tipo de amenidades para un fin de semana inolvidable. El concepto del lugar invita a conocer las raíces vinícolas del Valle de Guadalupe con recorridos y degustaciones en sus cavas de vino mientras disfrutas del panorama de los viñedos.
Maglén también hace que te enamores de la variedad de estilos y sabores de la cerveza artesanal que preparan en Ruta 98, una emblemática cervecería del Valle de Guadalupe. Otras experiencias como recorridos por su galería de arte, y acercamientos con la preparación del café tostado en su cafetería Aromas, son algunas de las amenidades.
Entrevalle
Con una arquitectura que honra la comunión con la naturaleza, las villas de Entrevalle conforman uno de los recintos de descanso más enriquecedores de La Ruta del Vino en Baja California. Sus instalaciones invitan a hacer una pausa y reconectar con el bienestar en espacios que te hacen sentir como en casa.
Sus habitaciones son espacios de lujo y reconexión con balcones que sobresalen de un entorno desértico. Para hacer más placentera la experiencia, el recinto cuenta con jacuzzi y piscina al aire libre. A pocos pasos se encuentra Eva restaurante, para una experiencia gastronómica acompañada de música en vivo y exquisitos maridajes.
Casa Michaus
Con un diseño rústico minimalista, Casa Michaus lleva la hospitalidad del Valle de Guadalupe al siguiente nivel. En su interior se aprecia una vital conexión con la estética simple e imperfecta con toques brutalistas, creación del colectivo arquitectónico TADO. Muros en bruto, muebles de madera y plantas desérticas que rodean la fachada, son algunos detalles que le abren espacio a una experiencia de descanso sublime.
Casa Michaus cuenta con cuatro habitaciones de lujo con terraza que conectan con el paisaje vinícola. Además, este pequeño pero acogedor hotel tiene un espacio exclusivo para fogatas, que propicia una velada inolvidable rodeada de un entorno orgánico mexicano.
Casa Santerra
Esta acogedora vivienda ubicada en El Porvenir en Valle de Guadalupe invita a sus huéspedes a vivir una auténtica estadía en las vendimias de Baja California. Con alrededores adornados de jacarandas y magueyes, la estadía en Casa Santerra es un acercamiento con los procesos de cosecha y elaboración de su propio vino.
La esencia hogareña es una cualidad que caracteriza a este hotel boutique, desde su atmósfera familiar, acogedoras habitaciones y desayunos tradicionales como molletes o chilaquiles acompañados con café y jugo de naranja, los cuales se disfrutan más con las espectaculares vistas del ecosistema montañoso del estado.
Además de sus encantadores diseños arquitectónicos, estos hoteles en las vendimias de Baja California son destinos de desconexión y descubrimiento de un sin fin de experiencias sensoriales que se acompañan con una buena una copa de vino.
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