En un mundo donde el cuidado personal se ha convertido en parte esencial del viaje, The Ritz Carlton, Los Ángeles eleva el estándar de hospitalidad de lujo con una propuesta inédita: un minibar dedicado exclusivamente a la belleza.
A partir de septiembre, el hotel presentará su innovador menú en habitación de “Sanctuary Services”, que incluye el lanzamiento de su primer “Beauty Fridge”, un refrigerador de productos premium diseñados para rejuvenecer y revitalizar la piel de los viajeros.
Del minibar al skincare
Esta nueva amenidad apuesta por un enfoque “skin-first” que redefine la experiencia de hospedaje. El Beauty Fridge, valorado en 142 dólares, ofrece un ritual de cuidado completo: un Travel Kit con Hinoki Cleanser, Lipid Serum y Hyvia Moisturizer, junto con Epicutis Lipid Recovery y mascarillas para el contorno de ojos. Como toque final, incluye globos de crioterapia Epicutis enfriados, listos para descongestionar y tonificar, que los huéspedes de The Ritz Carlton pueden llevarse a casa.
Este concepto va más allá de ofrecer simples amenities; es una invitación a mantener la rutina de cuidado de la piel incluso lejos del hogar, e incluso probar productos que podrían incorporarse a la vida diaria después del viaje.

Una experiencia spa sin salir de la habitación
Entre las sorpresas del Beauty Fridge, destaca la posibilidad de usar durante la estancia una máscara de terapia de luz LED de SkinAct, un dispositivo que ha ganado popularidad entre facialistas y cirujanos plásticos por sus supuestos beneficios: suavizar líneas finas, reducir manchas solares y minimizar la apariencia de los poros. Aunque la ciencia sobre estos efectos aún está en desarrollo, el lujo de probar la tecnología de última generación sin salir de la habitación resulta irresistible.
Minibar de skincare en The Ritz Carlton
The Ritz Carlton entiende que el cuidado de la piel es profundamente personal. Por eso, los huéspedes pueden personalizar su Beauty Fridge solicitando una consulta previa con el equipo del spa hasta 72 horas antes de su llegada. De este modo, los productos se adaptan a preocupaciones específicas, desde hidratación intensa hasta tratamientos anti-edad o calmantes para pieles sensibles.
La propuesta encaja con una tendencia en auge en la hotelería de lujo que es ofrecer experiencias inmersivas que trasciendan la estancia. Así como en su momento se revolucionaron los amenities con artículos de baño de marcas icónicas, ahora el foco está en extender esa calidad al cuidado facial y corporal.
En tiempos en que los viajeros valoran tanto el destino como el estado en el que regresan, el Beauty Fridge del Ritz-Carlton, Los Ángeles, marca un precedente. Ya no se trata únicamente de ofrecer un buen descanso o una gastronomía exquisita, sino de garantizar experiencias de cuidado personal.
