En Nueva York, la temporada navideña siempre encuentra su centro en un solo lugar: Rockefeller Center. Para viajeros que buscan una agenda clara, experiencias exclusivas y algunos de los mejores miradores de Manhattan, este complejo histórico reúne todo lo necesario para una visita completa. Desde el famoso árbol navideño hasta el Top of the Rock, pasando por nuevas propuestas de observación, actividades sobre hielo y ofertas especiales para familias, parejas y aficionados a las vistas urbanas, Rockefeller Center se consolida cada año como un punto clave del invierno neoyorquino.
El recorrido comienza inevitablemente con el Árbol de Navidad del Rockefeller Center, uno de los símbolos globales de la temporada. Su historia, su selección y el encendido oficial forman parte de una tradición que reúne a miles de personas frente al mismo escenario año tras año. En 2025, el árbol vuelve a imponerse con 23 metros de altura y 13 metros de diámetro, iluminado por 50,000 luces LED y coronado por la estrella Swarovski que protagoniza todas las fotografías de la temporada.
Durante diciembre y enero, el área alrededor del árbol se convierte en un punto de encuentro para visitantes de todo el mundo. Este año, como novedad, quienes cuenten con boleto para Top of the Rock podrán acceder a una experiencia exclusiva de observación del árbol del 4 de diciembre al 10 de enero, permitiendo una vista cercana desde un punto reservado, lejos de las multitudes que se reúnen en la Plaza Principal. Es una oportunidad única para capturar el árbol desde una perspectiva privilegiada.
El árbol no solo marca el inicio de la temporada: también tiene un papel importante una vez que las luces se apagan. Desde 2007, la madera utilizada cada año se dona a Habitat for Humanity, donde se transforma en vigas para construir viviendas en distintas comunidades de Estados Unidos. Familias de Connecticut, Filadelfia y otros estados han recibido hogares construidos con madera procedente de estos árboles. Algunas conservan piezas con el sello original de Rockefeller Center, un recordatorio del impacto social que continúa más allá de la temporada. Este proceso ha convertido al árbol en un símbolo no solo decorativo, sino también comunitario, vinculado a historias reales de familias que inician nuevas etapas gracias a este programa.
Qué hacer en Top of the Rock en Navidad
Para quienes visitan el complejo, Top of the Rock sigue siendo uno de los miradores más recomendables de la ciudad. Situado a 70 pisos de altura, ofrece una vista directa del Empire State Building y una panorámica completa de Manhattan.

En invierno, la claridad y el clima frío suelen favorecer la visibilidad, haciendo que las fotografías desde este nivel sean especialmente nítidas. Además, Top of the Rock incorpora la experiencia The Beam, que recrea la famosa imagen de los trabajadores sentados en una viga durante la construcción del rascacielos en 1932. Es una oportunidad para obtener una foto icónica en un entorno controlado y seguro, además si lo haces durante la noche, se puede ver toda la ciudad en máximo esplendor.

El complejo suma otra atracción: Skylift, una instalación que crea la sensación de flotar sobre la ciudad mediante un mecanismo que sube hasta lo más alto.

SKYLIFT es una nueva experiencia de 360 grados que eleva al visitante tres pisos por encima del mirador de Top of the Rock en una plataforma de vidrio giratoria al aire libre. Ofrece vistas sin obstrucciones del horizonte de Nueva York y un momento exclusivo entre los íconos arquitectónicos de la ciudad. Cada visita incluye una foto profesional con los monumentos más famosos como fondo, disponible como complemento a cualquier entrada de Top of the Rock.
Pista de hielo del Rockefeller Center

En la planta baja, la pista de hielo del Rockefeller Center, presentada por Chase Freedom, mantiene su estatus como una de las actividades más emblemáticas del invierno desde 1936. El tradicional General Skate ofrece sesiones de 60 minutos, accesibles para patinadores de todos los niveles. Para quienes buscan mayor comodidad, el VIP Skate incluye acceso prioritario, bebidas calientes y un lounge climatizado, además de renta de patines y descuentos en la tienda oficial.
Quienes prefieren ver la pista desde un espacio privado pueden reservar los Après Skate Chalets, cabañas decoradas con ambiente invernal que permiten disfrutar del paisaje mientras se consumen bebidas y platillos de la mano del restaurante 5 Acres. También existe la versión Premium, que suma boletos para Top of the Rock el mismo día, ideal para quienes desean combinar vistas y gastronomía en un solo plan.
Otras actividades de temporada incluyen el Santa Photo Pass, disponible del 5 al 25 de diciembre, que permite tomarse una foto con Santa en la icónica Beam, y la sesión profesional The Official Christmas Tree Photo, ideal para grupos o familias que desean un retrato con el árbol desde un ángulo exclusivo.
Para quienes desean una experiencia totalmente guiada, el VIP Rock Pass: Holiday Edition ofrece acceso a zonas normalmente cerradas al público, como el punto central de observación frente al árbol y uno de los jardines secretos del complejo, además de un tour de dos horas, acceso prioritario a Skylift y The Beam, y un brindis con champaña.
Rockefeller Center se consolida así como uno de los destinos más completos del invierno en Nueva York. Entre vistas panorámicas, actividades sobre hielo, experiencias VIP y el árbol más fotografiado del mundo, el complejo ofrece una agenda clara y accesible para quienes buscan disfrutar la ciudad con una combinación equilibrada de tradición, entretenimiento y novedades de temporada.