Para esta edición de los Juegos Olímpicos que se celebrarán en París, Francia, se redujo el número de entradas gratuitas disponibles para el público, por lo que pasarán de 600 mil a 300 mil disponibles y solo por invitación.
A pesar de que las entradas para presenciar el evento que da inicio a estos juegos que comienzan el 26 de julio estaban destinadas inicialmente al público en general a través de un registro abierto, Gérald Darmanin, titular del Ministerio de Interior francés, informó la semana pasada que a cuatro meses de comenzar este evento internacional sólo se pagarán entradas para 104 asientos en la orilla inferior del Río Sena
En tanto, 222 mil asientos ubicados en la orilla superior del río permanecerán gratuitos.
El ministro detalló que esta decisión se tomó a razón de gestionar el movimiento de multitudes. “No podemos decirles a todos que vengan”, dijo.
“Por razones de seguridad que todos comprenden, en particular la amenaza terrorista de las últimas semanas, estamos obligados a hacerla gratuita pero contenida”. No se han identificado complots específicos, pero ciertamente existen mayores amenazas, señaló.
Cabe mencionar que los visitantes internacionales no recibirán ninguna de las entradas asignadas, ya que acudirán a las federaciones deportivas locales; ciudades y regiones que acogen eventos; y otras organizaciones selectas. Aunque pareciera que el cambio de política puede parecer una medida para disuadir a los viajeros de participar en los Juegos, Darmanin señaló que se espera que 200 mil personas más observen la procesión desde los edificios junto al río, así como otras 50 mil lo hagan desde las zonas designadas para los aficionados.
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