México es mundialmente reconocido por una gran cantidad de atractivos turísticos y no podríamos hablar de nuestro país sin mencionar sus hermosas playas. Pero más allá de las más populares como Cancún, Los Cabos o Puerto Vallarta, existen rincones costeros que permanecen casi intactos y son una muy buena opción para quienes buscan una experiencia de mar diferente.
Estos destinos –que no han tenido el reconocimiento que se merecen– ofrecen paisajes naturales impresionantes, una atmósfera relajada y actividades ideales para los amantes de la tranquilidad y la naturaleza.
Si estás en busca de una salida especial y genuina, estos tres destinos son una excelente opción. Aquí te contamos por qué La Paz, Yelapa y San Blas merecen un lugar en tu lista de próximos viajes.
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La Paz, Baja California
Ubicada en la península de Baja California, La Paz es una ciudad que mezcla la serenidad del mar con la riqueza del desierto. Sus playas, como Balandra y Tecolote, son famosas por sus aguas cristalinas de tonos turquesa y arena blanca, ideales para nadar y relajarse.
La Paz es también un excelente lugar para el ecoturismo, pues ofrece la oportunidad de nadar con tiburones ballena y recorrer el impresionante Mar de Cortés, conocido como “el acuario del mundo”. Además, cuenta con una inigualable escena gastronómica donde los mariscos frescos y la cocina local son los protagonistas.
Yelapa, Jalisco
A solo una hora en lancha desde Puerto Vallarta, se encuentra el tranquilo pueblo de Yelapa, uno de los destinos escondidos que conserva su atmósfera rústica y su autenticidad.
Accesible únicamente por mar, Yelapa es ideal para quienes desean desconectarse y sumergirse en la naturaleza. Sus playas son perfectas para descansar, mientras que sus cascadas, a solo unos minutos de caminata, ofrecen un espectáculo refrescante en medio de la selva tropical.
Aquí, el ritmo de vida es pausado y la conexión con la cultura local y su gente es parte esencial de la experiencia.
San Blas, Nayarit
San Blas es un puerto en la costa de Nayarit, conocido por su historia y sus playas vírgenes. Además de su belleza natural, San Blas es hogar de una vasta variedad de especies de aves, lo que lo convierte en un sitio perfecto para el avistamiento de fauna.
La playa de Las Islitas, con su oleaje suave, es ideal para quienes buscan una experiencia más tranquila, mientras que los manglares cercanos ofrecen paseos en lancha para observar cocodrilos y aves en su hábitat natural. San Blas conserva un encanto colonial, y su histórica fortaleza, el Fuerte de San Basilio, brinda una vista espectacular del océano y la costa.
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