El año 2023 fue catalogado como el año más caluroso del año por el servicio del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Medio Plazo especializado en el cambio climático, Copernicus.
De acuerdo con la información, la temperatura media en 2023 fue de 14,98 grados Celsius, es decir, 58,96 grados Fahrenheit. Esto representa una temperatura considerablemente más alta que el récord anterior de 2016 cuando se tuvo una temperatura de 14,81 grados Celsius o bien, 58,66 grados Fahrenheit.
También 2023 fue el primer año registrado en el que todos los días fueron al menos 1 grado Celsius más altos que los niveles de los años de 1850 a 1900.
A través de un comunicado, Samantha Burgess, subdirectora del Servicio de Cambio Climático Copernicus, señaló que este año fue de los más cálidos desde el periodo de la pre industrialización.
“2023 fue un año excepcional con récords climáticos cayendo como fichas de dominó. Las temperaturas durante 2023 probablemente superen las de cualquier período en al menos los últimos 100 mil años”.
Aunque todos los meses fueron más cálidos de lo esperado, fueron julio y agosto en los que más se tuvo un aumento de temperatura. Copernicus detalló que esto se debió a la “gran cantidad de eventos extremos”, desde olas de calor e inundaciones hasta sequías e incendios forestales, incluidos los incendios forestales en Canadá.
¿Cómo afecta esto a los destinos y a los viajes?
El cambio climático es una de las grandes urgencias por atender de este siglo, pues pasarlo por alto implicaría un cambio total en la vida como la conocemos.
Si bien, estos cambios están asociados con un aumento en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos, como tormentas, huracanes, inundaciones y olas de calor, pueden afectar la seguridad y la infraestructura de los viajes, lo que ocasiona retrasos, cancelaciones y en casos mayores, la interrupción completa de los servicios de transporte.
Asimismo, el aumento de temperatura puede afectar de manera considerable la disponibilidad de recursos naturales en ciertas regiones. Esto puede influir en las opciones de viaje de las personas, ya que algunos destinos pueden enfrentar escasez de recursos esenciales como agua y alimentos.
En respuesta a estos cambios, la industria turística, desde hoteles, hasta aerolíneas han implementado medidas y políticas para mitigar la huella de carbono; sin embargo, aún queda mucho por hacer y es precisa la colaboración de todos y cada uno de los integrantes de cada sector.